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El número de celíacos va creciendo poco a poco en nuestra sociedad; actualmente hay aproximadamente 500.000 celiacos según cifras de la Federación de Celiacos de España (FACE), aunque este número se vería aumentada por las personas diagnosticadas con sensibilidad al gluten.
En los dos últimos años el mercado de la comida sin gluten ha crecido un 63 por ciento en EE.UU. Esta moda (no sólo para celiacos) irrumpe en supermercados y restaurantes. Muchas celebrities que defienden la dieta gluten free, sin sufrir de celiaquía o intolerancia a la proteína. Pero, ¿realmente una dieta libre de gluten ayuda a controlar su peso?
La celiaquía es una enfermedad autoinmune que provoca intolerancia crónica al gluten, un conjunto de proteínas que se encuentras en los cereales tales como el trigo, cebada, avena y centeno. Estos cereales resultan tóxicos para los que sufren esta patología, por lo que deben evitar su consumo.
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[vc_column_text]La alimentación que debe llevar una persona celíaca se basa sobre todo en alimentos frescos; frutas, verduras, legumbres, hortalizas, leche, huevos… Según nos informan en la Federación de Celíacos de España, la dieta libre de gluten debe seguirse solamente después de haberse realizado una biopsia intestinal que nos diga que, efectivamente, somos intolerantes a estas proteínas, y debe estar siempre guiada y supervisada por un profesional.
Cuando se consumen alimentos procesado o manufacturados se tiene que tener mucho cuidado al leer el etiquetado nutricional y comprobar que entre los ingredientes no aparezca el gluten. Encontramos diversidad de productos que lo contienen por naturaleza como el pan, pizza, bollería industrial… pero también en embutidos que contienen harinas para retener el agua.
Todo esto sin olvidar la contaminación cruzada; es vital, si frío mis patatas en un aceite donde previamente se han freído unas croquetas, es muy probable que nuestras patatas contengan trazas de gluten.
Toda esta atención prestada sobre la alimentación y manipulación de alimentos no es una dieta de moda o un estilo de vida que se elige, sino una necesidad para tener una buena salud.
Muchos de los alimentos que contienen gluten coinciden con que son alimentos bastante calóricos: como hemos dicho anteriormente la bollería industrial, las pizzas, los cereales de desayuno, el pan… Evidentemente, si evitamos estos productos y los reemplazamos por alimentos frescos y más saludables, nos ayudará a controlar nuestro peso. Esto es así independientemente del hecho de que contengan o no gluten.
Pero una dieta basada en alimentos sin gluten no tiene por qué hacernos adelgazar o ayudarnos a bajar peso y no hay estudios que lo sustenten.
La falta de fibra es, además, uno de los problemas que podemos encontrar en una dieta sin gluten, así como la deficiencia en otras vitaminas que nos aportan estos cereales.
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