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La celiaquía es un trastorno intestinal de base autoinmune, de carácter permanente en individuos genéticamente predispuestos. Está inducido por a ingesta del gluten que produce daños tisulares en la mucosa del intestino delgado. Estas alteraciones afectan a la vellosidades, las cuales sufren diversos grados de atrofia, afectando la capacidad en la absorción de los nutrientes de los alimentos.
El gluten es una proteína que se encuentra presente en el trigo, la cebada, el centeno, la avena, kamut y espelta.

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No existe un síntoma característico respecto a la celiaquía, lo que dificulta mucho su diagnóstico. Se puede manifestar en cualquier edad y puede presentar síntomas o no, es decir asintomático. Hay personas que sufren de pérdida de peso, también puede producir vómitos, diarreas, distensión abdominal, anémica crónica, alteraciones del carácter, infertilidad…
Los métodos de diagnóstico suelen combinar la observación del estado de la mucosa a través de pruebas radiológicas y biopsias intestinales, así como la determinación de anticuerpos antigliadina en sangre.

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Actualmente el único tratamiento es la total eliminación del gluten en la dieta. Es decir, seguir una dieta estricta sin gluten de por vida, con la cual conseguiremos de forma gradual la reparación de la lesión intestinal. La recuperación será permanente a condición de no exponer al intestino en contacto con el gluten de nuevo.

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La incidencia de la celiaquía en Europa se calcula que es de 1 por cada 100 personas, lo que la convierte en la condición genética con más prevalencia en el mundo occidental.

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La persona celíaca tiene que evitar durante toda su vida la ingesta de alimentos que contengan gluten y que se pueden encontrar en muchos productos, ya sea en forma de ingrediente, aditivo, aromas o impureza.
Encontramos muchos alimentos natural que no contienen gluten de origen tales como la carne, pescado, huevos, leche, cereales sin gluten (arroz, maíz, tapioca, trigo sarraceno (alforfón), quinoa, sorgo), legumbres, tubérculos, frutas, verduras y hortalizas.
Es importante leer adecuadamente el etiquetaje de los productos alimentarios, para evitar lo que se denomina “contaminación cruzada” en su elaboración (que no se mezclen los productos sin gluten con otros que contengan) y que su elaboración sea en lugares limpios, separados y con utensilios propios.

Sin gluten[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]